Palabras para Eliahu

Eliahu Toker

Esperaré verte siempre que entre al café donde estableciste tu oficina, en la mesa del fondo, la de al lado de la ventana. Tus papeles, tus libros, las biromes, los anteojos apoyados mientras mirabas a lo lejos. Tu sonrisa al verme llegar. Tu mirada porosa y tu palabra polinizadora. La vida es complicada y uno se dice que no tiene tiempo de ver a los que quiere todo lo que quisiera. Pero no es verdad, lo que pasa es que uno supone que tiene tiempo, que todo seguirá siendo como es, que te llamo mañana, que la semana que viene y de pronto ¿hace cuánto que no nos vemos? y entonces el urgente ¿hola Eliahu, cómo estás? y tu voz cansada, como si hubieras estado subiendo una ríspida cuesta y te costara seguir, ¿qué te pasa? ¿qué tenés?.... nada, unas “nanas”, me molesta el hombro, pero ya mejoraré... y me lo creí. Aunque en realidad ni pensé si te creía o no. Te ibas a mejorar, claro que sí, si eran solo unas “nanas”. La vida no pide permiso, mirá si ibas a pedirlo vos y mirá si yo iba a dudar de que ibas a mejorar. ¡Cualquier día!  Y se volaron los siguientes dos meses, y yo creída en tu prometida mejoría, tanto que no llamé para ver cómo seguías (otra vez la fantasía de la eternidad). Y de pronto, sí, así, de pronto,  ya no estás. Tus “nanas” no eran canciones de cuna inofensivas. Quisiste ahorrarnos la pena de anticipar tu ausencia, nos cuidaste con la delicadeza, la discreción y el recato que te eran proverbiales, te hiciste a un lado, sin estridencia alguna, en tono menor, el mismo de la música judía de Europa oriental, ésa de los hondos suspiros, los gestos y las alusiones que nunca te arrinconan ni te fuerzan ni te atacan, un tono menor de ternuras y profundidades, evocador, manso y vibrante. En Coronel Díaz y Santa Fe seguirá estando tu mesa, la del fondo, la de al lado de la ventana y como se espera al profeta en la noche de Pésaj, esperaré verte siempre que pase por allí. Y aunque ya no pase, esperaré verte y pondré un pocillo de café en tu nombre y veré tu sombra recortada con tu mirada perdida a lo lejos, y se me escapará sin que me de cuenta alguna palabra en idish. Creerán que estoy loca, pero gente como nosotros no se asusta de eso, en algún lado estarás sonriendo en silencio.

Eliahu Toker se fue el 3 de noviembre de 2010.

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